Los especialistas alertan de la prescripción incorrecta de opiáceos, pues se puede crear un grave problema sanitario
Las Sociedades del Dolor han alertado del
peligro del fentanilo, especialmente los
de liberación rápida
El médico especialista del
Área de la Unidad de Dolor Crónico del CHUIMI Alejandro de Luis Lillo expresó
su gran preocupación por el problema sanitario que puede crear el uso de un
determinado tipo de opiáceos, no de los opiáceos, pues afirmó que hay una presión muy grande de
la industria, y se crean dependencias y tolerancia, por lo que consideró que es
necesario un control y un seguimiento del médico prescriptor, “no podemos
recetar los opiáceos y olvidarnos del paciente”, advirtió.
Este serio problema sanitario
se puso de manifiesto en el curso “Actualización en el uso de opioides en
pacientes con dolor crónico no oncológico: efectos adversos, interacciones y
prácticas seguras desde la oficina de farmacia” en el que participaron como
ponentes, Alejandro de Luis Lillo, la farmacéutica especialista en Farmacia
Hospitalaria CHUIMI y vocal de Hospitales del COF, Ana Benito Reyes; el
residente de Farmacia Hospitalaria del CHUIMI Diego Dorta Vera, y la
farmacéutica Comunitaria Patricia León
Bernal, celebrado en el Aula de Formación del COF de Las Palmas.
El presidente del COF de Las
Palmas, Juan Ramón Santana Ayala, presentó a los ponentes y destacó la
oportunidad de la acción formativa, pues dijo que se han detectado
prescripciones de fármacos de opiáceos fuera de las indicaciones de la ficha
técnica del medicamento. En este sentido, Alejandro de Luis pidió a los
farmacéuticos que ante cualquier signo de preocupación o de alarma que detecten
en pacientes con opiáceos que se pongan en contacto directamente con el médico.
La vocal de Hospitales del
COF destacó que se ha producido un cambio radical en la perspectiva de la
analgesia opioide en las dos últimas décadas, de un uso médico restrictivo se
ha pasado a un aumento sustancial de su prescripción en todo el mundo, sobre
todo para el dolor crónico no oncológico.
El aumento de la prescripción
ha mejorado el tratamiento de muchos pacientes con dolor crónico y ha venido
acompañada de los problemas relacionados con su uso a largo plazo: abuso,
adicción e incluso muertes relacionadas con sobredosis en algunos países,
añadió.
De Luis aseguró que “vamos a
tener problemas muy pronto, no por el uso
de opiáceos, sino por el tipo de opiáceos, pues la presión de la industria es muy grande. Es
un problema sanitario, se crean dependencias y tolerancia, es necesario un
control y seguimiento por el médico prescriptor. El problema es que se
prescriben como si fueran aspirinas”.
El problema se ha puesto de
manifiesto en Estados Unidos, prosiguió De Luis, cuando el seguro se acaba el paciente que
tiene ya adicción al opiáceo va al mercado negro a buscar fentanilo o lo que
sea, y se han disparado las toxicomanías.
La paradoja es que se trata
de gente del sistema a la que se pone en riesgo de adicción y ni el Servicio
Canario de la Salud, ni el Sistema Nacional de Salud tienen unidades de
desintoxicación para este tema, advirtió Alejandro de Luis, quien señaló que
por norma en su Unidad se hace un seguimiento permanente a los pacientes a los
que prescriben opiáceos.